Entre los 7 y 9 meses es cuando realmente empezará la desconfianza hacia los extraños y la ansiedad por la separación de su madre o padre. De alguna manera, es algo bueno: la preocupación por los extraños indica que tu bebé ha dado un gran paso en cuanto al pensamiento y la comprensión.
Intenta mantener al mínimo las separaciones y alteraciones innecesarias en este momento. No tienes que sobreproteger a tu bebé, pero tienes que darte cuenta de que está pasando por un esfuerzo importante y exigente con respecto al desarrollo. Es importante darle tiempo y espacio para procesar a los extraños. Dicho esto, no te abstengas de dejar que tu bebé conozca gente nueva, solo adviérteles que no deberían levantarlo hasta que haya tenido la oportunidad de mirarlos y perder su desconfianza inicial.
Cuando se trata de separaciones, asegúrate de preparar a tu bebé siempre que vayas a salir. A esta edad, no comprenderá del todo lo que dices, pero interpretará tu tono de voz y tu lenguaje corporal. Desarrolla una rutina breve para decir adiós, y utilízala cada vez que la separación suceda. Sé firme, y no pidas disculpas por marcharte. Al principio, deja a tu bebé durante períodos breves con alguien que conozca. Cuando regreses, hazle saber que estás allí. Luego, poco a poco, aumenta el tiempo en que te separas. Esta etapa pasará, aunque puede ser triste para ambos. Puedes estar segura de que todos los bebés tienen que pasar por ella.